SUCESION

La sucesión es un proceso en el que la herencia de un difunto se administra a través de un tribunal de justicia. La sucesión testamentaria puede ser un proceso desgarrador ya que la última cosa que alguien quiere hacer después de perder a un ser querido es pasar por largos procedimientos judiciales. En Morgan Legal Group, P.C., entendemos lo difícil que es para las familias y sus seres queridos tratar los diversos asuntos legales que vienen con este proceso. Es por esta razón que nuestros abogados sucesorales se dedican a colaborar con todos los asuntos de este proceso, incluyendo testamentos impugnados, problemas con ejecutores, activos desaparecidos, y cualquier otro problema que pueda surgir. Un proceso sucesoral puede ser una prueba difícil, pero estamos aquí para asegurarnos de que se resuelve de manera oportuna y con un mínimo de estrés.
Los procedimientos sucesorios pueden variar de un Estado a otro. En Nueva York, la sucesión es iniciada por el ejecutor del fallecido según su testamento. El ejecutor solicita al Tribunal de Sucesiones y Tutelas de Nueva York mediante la presentación del testamento para que sea autenticado por un juez. Una vez verificado, el juez otorgará al ejecutor la autoridad legal para supervisar la administración de los bienes del difunto. Aunque este proceso parece sencillo, pueden plantearse varias cuestiones, lo que complica y prolonga los procedimientos. Si usted debe afrontar una sucesión, póngase en contacto con nuestros abogados sucesorales de Morgan Legal Group, P.C. Podemos proporcionar asistencia legal experta para ayudar a que el proceso sea lo más simple y libre de estrés posible.

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Cosas importantes que debe saber

preguntas y respuestas

En Nueva York, hay dos procedimientos que pueden tener lugar después de la muerte de una persona: un proceso de sucesión o un procedimiento administrativo. Una sucesión es una petición que se somete a un tribunal cuando un difunto deja una ultima voluntad y testamento. Una vez que el juez considera el testamento en cuestión legitimo, otorga autoridad legal al ejecutor del testamento para hacerse a cargo de la distribución de la herencia del difunto como se indica en dicho documento. En los casos en que una persona fallezca intestada (sin testamento), se llevará a cabo un procedimiento administrativo para designar a un administrador que será nombrado por un tribunal que se encargará de los activos del difunto de conformidad con la ley del estado de Nueva York.

Hay varios conceptos errados comunes sobre la sucesión. Uno de los más frecuentes es que esta no es necesaria si la persona fallecida deja una última voluntad y testamento. En realidad, la sucesión está específicamente diseñada para verificar la voluntad de una persona y para asegurarse de que sus deseos declarados sean llevados a cabo. Otro error común que la gente comete es pensar que no es necesario contratar a un abogado para los procedimientos de sucesión. Aunque tener un abogado sucesoral no es requerido por los tribunales, este procedimiento puede convertirse rápidamente en un asunto altamente complejo siendo mejor dejarlo en manos de un profesional que pueda solucionar cualquier problema legal que surja. Una ultima concepción inexacta que la gente tiene sobre la sucesión es que su caso particular no tomará mucho tiempo. Muchos estiman que los procedimientos sucesorios se completarán en unos pocos meses. En Nueva York, un proceso sucesorio promedio toma alrededor de un año para dar a fin.

En Nueva York, una impugnación del testamento tiene lugar en el Tribunal de Sucesiones y Tutelas de Nueva York, y sólo ciertas personas tienen el derecho legal de hacerlo. Estos incluyen a los parientes cercanos del difunto y los legitimarios, también conocidos como “herederos forzosos.” Además, estos dos grupos deben poder demostrar que tienen fundamentos jurídicos para realizar esta objeción. En el estado de Nueva York, los motivos para impugnar un testamento incluyen ejecución indebida, revocación, incapacidad, fraude o coerción. También cabe señalar que una impugnación del testamento puede convertirse en una batalla legal costosa y prolongada. Un abogado sucesoral calificado puede ayudarle a determinar si objetar un testamento es apropiado o no.

Una sucesión puede ser un proceso frustrante, largo y costoso, pero hay maneras de evitar que los familiares y seres queridos pasen por este procedimiento. Una de las maneras más simples de hacerlo es colocar fondos y activos en un fideicomiso. Un fideicomiso permitiría que los activos pasen directamente a los beneficiarios a través de su fideicomisario designado. Un abogado puede ayudarle a determinar qué tipo de fidecomiso es el más adecuado para las necesidades de un individuo. Otra opción es una copropiedad en la que el otro dueño sobreviviente hereda automáticamente ese bien. Debido a que la propiedad se transfiere directamente, no hay necesidad de que pase por una sucesión. Cuentas pagaderas al morir o de valor con orden de transferir al morir son otras rutas que se pueden utilizar para evitar la sucesión. Igualmente, un individuo puede nombrar a un beneficiario para recibir fondos o valores a la muerte del dueño de la cuenta.

Mientras que en teoría, la sucesión está diseñada para facilitar la transferencia de los activos de un difunto, hay varios problemas que pueden surgir durante este procedimiento. Uno de los desafíos más comunes es tener un albacea que dimita de su rol. Un albacea tiene una gran responsabilidad. Tienen que proteger los activos del difunto, administrar sus cuentas y deudas pendientes, y varias otras tareas. Si una persona decide no cumplir su obligación como ejecutor, el tribunal designará a otra persona para completar la administración de dicho testamento. Después de esto, otra cuestión que puede surgir es cuando un albacea falla o se sospecha que no cumple con su deber de gestionar y administrar adecuadamente la herencia de un difunto. Esto puede resultar en un proceso aún más largo, ya que el ejecutor debe rendir cuentas por su incumplimiento del deber fiduciario. Una última impugnación que puede plantearse en los procedimientos sucesorios es cuando se pone en tela de juicio la voluntad misma. Los herederos o beneficiarios pueden disputar la validez del testamento o puede haber múltiples versiones de un testamento. La mayoría de las veces, cualquiera de estos desafíos se pueden resolver, pero se suman a los costos y la duración de este proceso.